cartas de amor de un anonimo

Tus labios, esa dulce tentación, ese cruel pecado me tiene suplicando por recibir de ellos el beso anhelado, ese beso soñado en cada uno de mis deseos más ocultos, más prohibido, más tuyos.  Esos labios que me llaman a compartir las suaves caricias de los míos, pero que nos los negamos aún sabiendo que los dos queremos sentir.  En ti quiero saciar todos estos besos pendiente que existen en mi ser, en tus labios quiero ahogar todas las palabras de amor que te he escrito, en tus labios quiero tatuar mi vida, en tus labios quiero entregar mis labios y que en ellos nos perdamos en las más prohibidas sensaciones de nuestro ser.  En tus labios quiero hacer temblar tu cuerpo, paralizar tu corazón, cortar tu respiración y en ellos quiero que alcances lo que sueñas, lo que sientes  por mi y en mi.  Quiero contigo disfrutar de los mejores besos, quiero pedirte que no me castigue más con tú indiferencia y me regales la dicha de sentir tus labios junto a los míos. 

Sabes la magia de éste sentimiento es indescriptible, algo que raya la locura, una hermosa locura que es totalmente indescriptible, es totalmente maravillosa en toda su expresión, una magia que jamás pensé pudiera existir ni que pudiera llegar a sentir. Es que existe en nosotros una atmósfera de total complicidad, una complicidad pícara, una complicidad que se delata en nuestras miradas, una atmósfera de emoción que nos delata nuestro ser al sentir nervios del uno hacia el otro, únicamente explicado cuando uno siente su primer amor, unos nervios tontos por estar pequeños instantes a solas como si fuera a pasar algo más, como si el ambiente se llenará del deseo de nuestros labios, como si se llenará de esa magia por estar juntos, sin importar del como ni del cuándo, pero sale de nuestros poros esa magia que nos hechiza y que nos hace sentir vivo y nos da felicidad.  Es una magia que llena nuestros ser de preguntas inexplicables, preguntas que no tienen respuesta, porque a el ni

La compañera que quiero debe tener en sus ojos el universo entero, ese que me haga sentir insignificante ante la grandeza de sus luceros y donde me pueda perder toda la vida solamente admirandolos, y no hablo de su color, hablo de su brillo, ese brillo que denota la pureza de su ser, lo hermoso y maravilloso de su esencia. Busco mi compañera que sea fácil de enamorar imposible de tener, y digo fácil de enamorar porque ella no necesita actos venales para conquistar su alma, necesita simplemente las acciones más nobles que puedan existir, como la lealtad, el compromiso, la correspondencia de las acciones con lo que se dice, porque basta una nota de texto para acelerar su alma que mil regalos y no se expresé nada. Fácil porque no necesita tener un castillo sino la seguridad de que juntos lo vamos a construir, no necesita flores que valgan millones, sino las que deslumbra por su belleza, sin tener que ser arrancadas de su entorno, que valora más una noche viendo las estrellas, que una no