Extraño lo que teníamos.

Hola mi niña bella, quiero que sepas que extraño mucho lo que teníamos, eso que sin que pudiera quedar enmarcado en algún concepto o en alguna definición literaria, era lo más hermoso que pudiera experimentar un ser humano, éramos amigos, confidentes, enamorados, amantes onírico, complemento de un sentir, estábamos conectados más allá de la razón y del sentido. 

Te extraño mucho mi amor, ese amor inocente, cómplice y culpable de haber llegado tarde, cuando menos lo esperaba. Un amor que no era normal, no era de este mundo, no era racional. 

Extraño esas conversaciones contigo en las que no existían reglas ni límites, podíamos hablar desde un grano de arena hasta de sexo sin sentir que era prohibido. 

Extraño sentir esa felicidad de pasar de la melancolía profunda a la paz interna con solo vernos a los ojos y saber que todo estaba bien. 

Extraño tanto decirte que te amo, extraño mucho decirte que te quiero como a nadie en este mundo. 

Extraño tanto decirte lo que siento, a pesar de saber que eso ya no te importa, extraño saber si alguna de mis cartas han llegado hasta mi destinataria, tú corazón y tú alma. 

Extraño mucho saber que pasó en tú alma, en tú vida que logró cambiar lo que una vez dijiste haber sentido. 

Extraño mucho causar ese espasmo en ti, ese que cortaba tú respirar, ese que hacía bajar lágrimas de tus ojos, pero no de tristeza ni dolor sino de felicidad por la complejidad de lo que se suponía te hacía sentir. 

Extraño mucho mirar tus ojos y perderme en ellos al decirte que mi alma siente y tiene el torbellino de sensaciones revueltas por ti mi niña bella. 

Ojalá pudiera despertar un día y decirte que jamás te deje de pensar, jamás te deje de soñar y que siempre fuiste inolvidable para mi porque en ti conseguí muchas cosas que creía imposible de encontrar y que amar como te amo resulta verdadero en medio de mi fantasía. 

Te amo, aún te amo y te veo como la mujer mas maravillosa que he conocido y que se ha instalado en mi ser como lo que eres, MI NIÑA BELLA. 

Perdoname, si alguna vez llegas a leer está carta y me preguntas porque no te lo dije a la cara, solo puedo decir que moriría si llegará a ver en tus ojos la frialdad del desinterés de mis sentimientos y podría morir al saber que solo sientas lástima por mi, por seguir enamorado de ti. 

Me encuentro aún hechizado por ti mi niña bella, un hechizo extraño que me tiene en tus manos. 

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