MI PROMESA

 Hola mi querida Francesa.

Quizás pienses que me he olvidado de ti, quizás pienses que solo han sido palabras dichas al viento, las cuales pudieran haber llegado o volado sin un rumbo definido, pero no es así, por ello mis siguientes líneas van dedicadas a ti.

Nos conocimos de la forma menos convencional, quizás la menos planificada de todas, llegamos en el momento menos adecuado y paradójicamente en el tiempo preciso. Quizás en el tiempo perfecto en el que deberíamos habernos encontrado, separados por miles y miles de kilómetros, distanciados por muchos países entre los dos, pero la maravilla de la comunicación, de la globalización de la información permitió que llegáramos a conocernos.

Eran unos años difíciles para nosotros, siendo un nosotros individual, dos mundos extraños que sufríamos por la energía mas hermosa del universo, cada uno con su drama interior, cada uno son su alma hecha pedazos por las circunstancias que nos rodeaban.

Tu por un amor que no fue amor y yo por el sueño de intentar amar a quien no quería que la amara, quizás fuera esto tema de una novela o de alguna historia llevada a la gran pantalla del cine, pero lo que si era cierto, que los dos éramos estrellas fugases, sin sentido, sin dirección y sin buscarnos, nos encontramos de una forma mágica y especial.

Las largas horas de charla, haciéndote llevar la peor parte, ya que el cambio de horario me favorecía a mi y tu llevabas lo peor, noches enteras de risas, noches enteras de mirar a las estrellas esperando que a través de ellas nos llevaran al mismo sitio, noches enteras de soñar con la maravilla que se llama amor, con la ilusión de poder conocernos y compartir momentos especiales, los cuales lo hicimos únicos, pero quedando el deseo de un día encontrarnos bajo el mismo cielo, la misma luna, la misma casa y hasta en la misma cama.

Recordarte es volver a vivir la alegría de conocerte, recordarte es soñar nuevamente con compartir un vino frente a una chimenea, una luz tenue y una música que nos hagan sentir vivos, dichosos de tenernos el uno al otro y disfrutar de esa sonrisa tan hermosa que solo tu sabes entregar.

No pierdo el anhelo de estar en Francia, no pierdo el anhelo de recibir el año junto a ti, no pierdo el sueño de poder disfrutar de los fuegos artificiales de una noche buena juntos (fuegos artificiales en tu ser). No pierdo las esperanza de poder pagar tantas promesas pendientes entre nosotros, que no sabes cuanto anhelo escucharte ese hermoso acento francés-español, que me fascina y me inquieta.

En mi corazón tienes un lugar muy especial y en mis pensamientos siempre estas presente, puede que no te escriba a menudo, puede que no te llame, pero sabes que en mi tienes un lugar privilegiado reservado para ti, no hay forma de escribir todo lo que siento y todo lo que significas, pero eres muy especial, eres una persona sumamente especial y muy importante.

Sabes, debo confesar que hasta celos he sentido cuando has estado con alguien mas, pero entiendo que eso es ser egoísta, porque eres una mujer muy hermosa y mereces ser muy feliz, aunque la vida nos golpee fuerte, siempre llegara tu recompensa, mi corazón se exalta al escribirte estas cortas líneas, mi amor reflorece al escribir, al recordarte y al desear que podamos saldar los momentos pendientes que tenemos entre los dos, momentos que nos debemos y que estoy dispuesto a pagar con creces el amor y la pasión que te prometí.

Eres fuego y pasión, una mujer que me fascina como es, como se expresa y como siente, me encanta poder encender nuevamente en tu corazón y en tu cuerpo el fuego del amor, del deseo y de la vida en ti.

Bueno mi francesa, prometo volver pronto a dejarte otro recordatorio de que estas y sigues en mi vida presente como desde el primer día.

Besos, muchos besos mi guapa.

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